Otro capítulo más en el culebron de la retirada de AppGratis de la App Store. Ahora, el gobierno Francés, mediante Fleur Pellerin, responsable de uno de los departamentos del Ministerio de Economía galo, denuncia la retirada de la aplicación a través de una queja formal desde dicho ministerio en base a que lo considera como un movimiento monopolístico por parte de Apple.
Parece ser que la retirada de AppGratis va a traer más cola de lo que se pensaba. En un movimiento inesperado, y pocas veces visto en este tipo de situaciones, ha sido uno de los responsables de la cartera de economía francesa quien ha salido a la palestra en defensa de sus compañías nacionales, poniendo de relieve la posibilidad de que exista una supuesta practica monopolística en la retirada de AppGratis de la App Store.
El problema de fondo, según expone Pellerin, es que debido a la posición y al tamaño de Apple, la retirada de la aplicación constituye en términos de mercado una práctica monopolística que debería investigar la Comisión Europea por considerar abusiva y brutal la reacción de Apple.
Pero la verdad es que la aplicación de la compañía francesa, AppsGratis, incumplía las normas de App Store. De esta forma, todas aquellas apps que muestren otras aplicaciones distintas a las suyas con un propósito de compra o promoción de forma similar a como lo hace la App Store serán rechazadas así como todas aquellas que usan notificaciones Push para enviar anuncios, promociones o marketing directo de cualquier tipo, cosa que era lo que hacia la aplicación francesa.
En cierto modo, no se trata de una practica monopolística, si no que es un incumplimiento masivo de las nomas que Apple exige a los desolladores que quieren poner sus aplicaciones en la App Store, y que sin hacer distinción de ningún tipo todas deben cumplir.
Es más, previo a retirada de AppsGratis, Apple abrió un procedimiento interno por el que se comunicó a los desarrolladores de la misma, que esta incumplía las normas de la tienda de aplicaciones de la compañía de la manzana y cuyo resultado fue la retirada de la misma a la espera de que sus desarrolladores adaptasen la aplicación para el cumplimiento de las normas.
No sabemos como acabará esto, pero lo cierto es que el gobierno francés no tiene argumentos de peso que respalden la queja por la retirada de aplicación, cuando era esta última quien desde el primer momento no cumplía las normas de App Store,
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